Un flujo de trabajo estándar es fundamental para garantizar la calidad de la traducción. En el caso de la traducción escrita, un flujo de trabajo de producción relativamente completo consta de al menos seis pasos. El flujo de trabajo influye en la calidad, el tiempo de entrega y el precio, y las traducciones para distintos fines pueden producirse con flujos de trabajo personalizados.
Una vez definido el flujo de trabajo, su ejecución depende de la gestión del proveedor de servicios lingüísticos (PSL) y del uso de herramientas técnicas. En TalkingChina Translation, la gestión del flujo de trabajo es parte integral de nuestra formación y evaluación del desempeño de los gestores de proyectos. Asimismo, utilizamos herramientas TAO (Traducción Asistida por Ordenador) y un sistema de gestión de traducciones (TMS) en línea como importantes recursos técnicos para facilitar y garantizar la correcta implementación de los flujos de trabajo.